CAPACIDADES DIFERENTES O INCAPACIDADES.
CASO A:
Hace un tiempo me encontraba escuchando a uno de mis pacientes,
que luego de un largo periodo de tratamiento que cursaba me comentaba
que no podía hacer o decir tal o cual cosa porque él estaba enfermo. Al
preguntarle ¿enfermo de qué? Me dijo el nombre exacto de la capacidad
diferente de cual padecía. Padecía, y lo digo tal cual, ya que durante mucho
tiempo yo sentía que de esa forma él me lo trasmitía.
A partir de ese momento me empecé a preguntar de qué manera o
qué tipo de estrategia me planteaba para trabajar en el caso. Pero se me
comenzaba a cruzar por la cabeza que a las capacidades diferentes se le
sumaba la imposibilidad de poder entender a aquellos incapaces que no
pueden o no quieren entender; que solo se trata de “lo diferente”.
A… me decía en terapia: el médico me dice que estoy enfermo, en la
calle me tratan como un enfermo- ¿entonces? Entonces qué:- podes
caminar? -Si, podes jugar al futbol?- Si, podes hablar?- Si, claro y como eso
hay muchas cosas que podes hacer. A partir de este momento me di cuenta
que A… me estaba dando muchos elementos para poder trabajar con él y
Para poder pensar juntos, con todas las limitaciones del caso, que lo de
él no es una enfermedad, que justamente se trata de la diferencia.
Intercambiamos en el consultorio, salimos a caminar, mostrarle lo diferente,
fue lo que hizo que fuera saliendo de a poco de ese lugar de “enfermo” en
que se había instalado y enmarcado por otros.
Poco tiempo después A… mejoró su conducta en el colegio, mejoró en
el área pedagógica y en el trato con sus docentes.
Fue esto lo que parecería ser tan pequeño, lo que me llevo a pensar
que las incapacidades (limitaciones mentales) nuestras, no nos dejan pensar
que se trata de CAPACIDADES DIFERENTES.
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