jueves, 8 de agosto de 2019

TIPOS DE INTELIGENCIAS

Definición de las inteligencias múltiples

Definimos las inteligencias múltiples como ocho capacidades cognitivas que poseemos todos y todas en cierto nivel. Estas capacidades son relativamente autónomas. Los distintos tipos de inteligencia pueden desarrollarse mediante la práctica y el refuerzo, por lo que no es innato completamente, el potencial humano juega un papel muy importante en el fomento de las inteligencias múltiples.

La inteligencia lingüística-verbal
La inteligencia verbal es aquella que se puede observar en personas con facilidad para expresar, comprender y desarrollar mensajes. Gracias a la inteligencia lingüística podemos aprender nuevos idiomas con más facilidad.

Es la capacidad de emplear de manera eficaz las palabras. Podemos encontrar este tipo de inteligencia en los niños a los que les encanta redactar historias, leer, jugar con rimas, trabalenguas y en los que aprenden con facilidad otros idiomas.

La inteligencia física-cinestésica
Es la habilidad para usar el propio cuerpo para expresar ideas y sentimientos, y sus particularidades de coordinación, equilibrio, destreza, fuerza, flexibilidad y velocidad.

Se la aprecia en los niños que se destacan en actividades deportivas, danza, expresión corporal.

La inteligencia lógica-matemática
Es la capacidad de manejar números, relaciones y patrones lógicos de manera eficaz, así como otras funciones y abstracciones de este tipo.
Los niños que la han desarrollado analizan con facilidad planteamientos y problemas. Se acercan a los cálculos numéricos, estadísticas y presupuestos con entusiasmo.


La inteligencia espacial
Es la habilidad de apreciar con certeza la imagen visual y espacial, de representarse gráficamente las ideas, y de sensibilizar el color, la línea, la forma, la figura, el espacio y sus interrelaciones.
Está en los niños que estudian mejor con gráficos, esquemas, cuadros. Les gusta
hacer mapas conceptuales y mentales. Entienden muy bien planos y croquis.


La inteligencia musical
Es la capacidad de percibir, distinguir, transformar y expresar el ritmo, timbre y tono de los sonidos musicales.
Los niños que la evidencian se sienten atraídos por los sonidos de la naturaleza y por todo tipo de melodías. Disfrutan siguiendo el compás con el pie, golpeando o sacudiendo algún objeto rítmicamente.

La inteligencia interpersonal
Es la posibilidad de distinguir y percibir los estados emocionales y signos interpersonales de los demás, y responder de manera efectiva a dichas acciones de forma práctica.
La tienen los niños que disfrutan trabajando en grupo, que son convincentes en sus negociaciones con pares y mayores, que entienden al compañero.



La inteligencia intrapersonal
Es la habilidad de la autoinstrospección, y de actuar consecuentemente sobre la base de este conocimiento, de tener una autoimagen acertada, y capacidad de autodisciplina, comprensión y amor propio.
La evidencian los niños que son reflexivos, de razonamiento acertado y suelen ser consejeros de sus padres. Howard Gardner pone como ejemplo a un niño autista para ilustrar este tipo de inteligencia dañada "el niño puede ser incapaz de referirse a si mismo. Al mismo tiempo, a menudo muestra habilidades extraordinarias en el área musical, espacial o mecánica"
La inteligencia naturalista
La última incorporación a la lista de las inteligencias múltiples es la inteligencia naturalista (añadida en la edición de 1995)[2]. Esta se define como la capacidad de distinguir, clasificar y utilizar elementos del medio ambiente, objetos, animales o plantas. Tanto del ambiente urbano como suburbano o rural. Incluye las habilidades de observación, experimentación, reflexión y cuestionamiento de nuestro entorno.
Se da en los niños que aman los animales, las plantas; que reconocen y les gusta investigar características del mundo natural y del hecho por el hombre.

RESILIENCIA - NADA ES PARA SIEMPRE




RESILIENCIA – NADA ES PARA SIEMPRE
Quisiera compartir con ustedes un cuento que alguien me contó una vez.

“Había una vez dos niños que patinaban sobre una laguna helada. Era una tarde nublada y fría, pero los niños jugaban sin preocupación. De pronto, el hielo se reventó y uno de los niños cayó al agua, quedando atrapado. El otro niño, viendo que su amigo se ahogaba bajo el hielo, tomó una piedra y empezó a golpear con todas sus fuerzas hasta que logró romper la helada capa, agarró a su amigo y lo salvó.
Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaban cómo lo hizo, pues el hielo era muy grueso.
- “Es imposible que lo haya podido romper con esa piedra y sus manos tan pequeñas”, afirmaban.
En ese instante apareció un anciano y dijo:
- “Yo sé cómo lo hizo”.
- “¿Cómo?”
- “No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo”.”
Así es cómo nadie está condenado frente a las adversidades. Hay una posibilidad de mejora. Hay una salida posible. Algo puede hacerse para salir fortalecido de lo adverso. Podemos ser resilientes.
¿QUÉ ES LA RESILIENCIA?
En pocas palabras podemos definirla como una la capacidad humana universal para desarrollar procesos intrapsíquicos que, en interacción dinámica con el contexto, posibilitan hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas y ser transformado positivamente por ellas.
Es decir que es una capacidad psíquica que todas las personas podemos potencialmente desarrollar y aprender, con ayuda de la interacción de los que nos rodean. Es un proceso que nos permite enfrentar lo adverso que acontece en nuestras vidas no sólo para superarlo sino también para salir fortalecidos y transformados positivamente de ello.
Pero ¿CÓMO LOGRAMOS ADAPTARNOS POSITIVAMENTE A LA REALIDAD ADVERSA?
Teniendo y desarrollando una CONDUCTA RESILIENTE, la cual exige de nosotros PREPARARSE, VIVIR y APRENDER de las experiencias de adversidad.
Para ello es fundamental guiarnos por 4 PENSAMIENTOS que nos permiten actuar de esa forma.
       YO TENGO – soporte social, amigos, familia, colegas, redes sociales, vínculos positivos a mi alrededor que me respaldan
       YO SOY – capaz, creativo, activo, alguien con fortalezas y capacidades
       YO ESTOY – dispuesto a aprender y preparado para hacer
       YO PUEDO – valorar mis habilidades y reconocer mis limitaciones, expresar mis emociones con asertividad
Ser una persona resiliente es desarrollar ciertos atributos como INTROSPECCIÓN, para preguntarse y responderse honestamente; INDEPENDENCIA, para tomar distancia emocional y física del medio adverso; CAPACIDAD DE RELACIONARSE, y establecer lazos positivos; INICIATIVA, ponerse a prueba progresivamente; HUMOR, para encontrar lo cómico en la tragedia; CREATIVIDAD, orden, belleza y finalidad a partir del caos; MORALIDAD, valores que extiendan el bien personal a los otros; AUTOESTIMA.
Así nos convertimos en PERSONAS QUE ANTE SITUACIONES DE ADVERSIDAD SE FORTALECEN.
Como psicólogos buscamos promover siempre la salud. Ayudamos a desarrollar pensamientos y conductas resilientes. Entendemos esto como un proceso, algo dinámico, que requiere de acciones y tiempo para desarrollarse. Por eso nos brindamos para ayudar en este camino a quien lo requiera y esté dispuesto a recorrerlo.
Lic. Eliana Luongo
Psicóloga
Activamente